Un préstamo para empresas es una operación financiera en la que participan dos partes: el prestamista y la empresa prestataria. La institución prestataria concede un determinado monto (importe principal del préstamo) al negocio prestatario. A cambio, el prestatario se compromete a devolver los fondos al prestamista dentro de un período de tiempo determinado. Además de reembolsar el principal del préstamo, también deberá pagar unos intereses calculados sobre el principal.
Dentro de los préstamos, el prestatario recibe la totalidad el dinero una vez se firma la operación. Mientras tanto, la amortización del préstamo, es decir, la devolución del dinero prestado y el pago de los intereses, se realiza mediante pagos periódicos según lo acordado por ambas partes. Las empresas utilizan préstamos cuando necesitan realizar grandes inversiones o quieren prestar servicios fuera de las actividades habituales de la empresa.
Dicho esto, cada caso concreto requiere de la elección adecuada de las siguientes variables de los préstamos: