Lo primero que debes saber sobre la reunificación de deudas es que no consiste en un préstamo para pagar deudas.
Se trata de un servicio proporcionado a un usuario endeudado y que no puede hacer frente a los pagos de la deuda. Consiste básicamente en una serie de mecanismos legales no financieros para agrupar todas las deudas de una persona (préstamos, hipotecas, tarjetas de crédito, impagos, etc.) en una sola cuota mensual.
La principal ventaja de la reunificación de deudas es que al usuario que antes no podía hacer frente al pago de la deuda, ahora se le proporcionará una cuota mensual única basada en su capacidad de pago (es decir, que se alargará el plazo de pago). En algunos casos, también se renegociarán las mismas deudas, ahorrando en los intereses de la deuda o incluso, haciendo una quita parcial o total de alguna de las deudas (ley de segunda oportunidad).
Para llevar a cabo esto, hay que negociar con los acreedores y hacer un plan de pagos a medida del usuario endeudado (todos los casos son diferentes). Para ello existen empresas que se dedican exclusivamente a la reunificación de deudas, cobrando un fee por su servicio.
En España desde el año 2015 existe la Ley de Segunda oportunidad (Ley 25/2015). Esta ley da a particulares y a autónomos la posibilidad de renegociar o eliminar (parcial o totalmente) sus deudas cuando es imposible hacer frente al pago de estas.
Pero la ley de segunda oportunidad no es un cheque en blanco. Para beneficiarse de la ley de segunda oportunidad, la persona endeudada debe cumplir con una serie de requisitos:
En el caso de los autónomos, ademas, deben cederse todos los bienes, activos y propiedades que no sean esenciales para llevar a cabo la actividad profesional. Sólo una vez vendidos se podrá solicitar la liquidación de las deudas.