Las hipotecas son préstamos para adquirir inmuebles, donde la propiedad sirve de garantía. En Credilemon, te ayudamos a encontrar las mejores hipotecas con condiciones favorables y asesoramiento experto, asegurando que obtengas la solución perfecta para financiar tu hogar ideal. ¡Descubre más con nosotros!
Una hipoteca es un concepto financiero fundamental en el mercado inmobiliario y constituye una de las principales formas en que los individuos y las empresas pueden adquirir propiedades. Un préstamo hipotecario es un contrato que normalmente se firma entre un individuo (o empresa) y una entidad bancaria con el fin de conseguir un préstamo con el que pagar un bien (normalmente, una vivienda). Una de las características esenciales que diferencian a los préstamos hipotecarios de la mayoría de préstamos es que la garantía del préstamo es el mismo inmueble que se adquiere por parte del cliente.
Aunque suenen igual y de forma coloquial sólo se hable de hipotecas, no son lo mismo:
Como ya hemos dicho, un préstamo hipotecario es un préstamo con unas características especiales. Al ser en la mayoría de casos destinados a la adquisición de un inmueble, suele diferenciarse con otro tipo de préstamos por su gran capital (importe prestado) y un plazo muy largo (normalmente entre 10 y 30 años).
Actualmente en España la mayoría de bancos suele prestar entre un 70 y un 90% del capital del inmueble, por lo que lo habitual cuando una persona quiere adquirir una vivienda es que tenga que pagar un 30% del importe para poder acceder al préstamo hipotecario.
Teniendo en cuenta las dimensiones del producto, el tipo de interés es clave para entender qué importe acabará pagando el cliente al banco. En función de cómo sea el tipo de interés y su naturaleza, las hipotecas se dividen en tres tipos principales:
El tipo fijo significa que las cuotas mensuales de la hipoteca nunca variarán. Desde el primer día hasta que se acabe de pagar el préstamo hipotecario, el importe será exactamente el mismo. Sin duda esta es la opción más segura para no llevarse sustos con las variaciones del euríbor. Pero esta seguridad tiene un coste:
Como contrapartida el banco ofrecerá este tipo de hipoteca a un interés inicial más alto que el de las hipotecas a tipo variable y con menos beneficios que éstas. Antiguamente se hacían muy pocas hipotecas a tipo fijo (5% de los préstamos hipotecarios firmados en 2015 fueron a tipo fijo) pero teniendo en cuenta que los tipos de interés de los préstamos hipotecarios bajaron drásticamente, esta opción es la más contratada hoy día (50% de las hipotecas de 2021 se firmaron a tipo fijo).
Es un tipo de hipoteca cuya cuota varía en función del euríbor (u otros índices). Si el euríbor baja, la cuota bajará. Pero también subirá en función al euríbor.
Un punto a su favor es que muchos bancos ofrecen ciertos beneficios y descuentos en comisiones a los clientes que se decantan por hipotecas a tipo variable. Otra de sus características es que normalmente se establece un periodo inicial de un año con un interés más alto del que normalmente se tendrá el resto de años.
Las hipotecas mixtas son una combinación de las anteriores. Generalmente los primeros años (nunca en un periodo inferior a un año) del pago funcionan como una hipoteca a tipo fijo mientras que los años finales se mueven más a tipo variable según el euríbor.
Además de todo lo que hemos hablado, existe toda una serie de gastos e impuestos que, aunque no están ligados directamente al préstamo hipotecario, hay que tener en cuenta a la hora de adquirir un inmueble.
Una de las características más relevantes de los préstamos hipotecarios es su plazo de amortización, que puede variar significativamente según el país y la entidad bancaria. En general, los plazos oscilan entre 10 y 30 años, aunque existen hipotecas con plazos más cortos o más largos. Los plazos largos permiten reducir las cuotas mensuales, aunque esto implica pagar más intereses a largo plazo.
El tipo de interés es un factor clave en cualquier préstamo hipotecario, ya que determina el coste total del préstamo. Además de las hipotecas a tipo fijo, variable y mixto, existen otras modalidades menos comunes, como las hipotecas con interés creciente, donde las cuotas aumentan con el tiempo, o las hipotecas inversas, destinadas a personas mayores que desean convertir el valor de su vivienda en ingresos sin tener que venderla.
La posibilidad de realizar amortizaciones anticipadas es otra característica importante de los préstamos hipotecarios. Esto permite al deudor reducir el capital pendiente y, por ende, los intereses a pagar. Sin embargo, algunas entidades pueden cobrar comisiones por amortización anticipada, por lo que es crucial revisar las condiciones del contrato.
Para acceder a un préstamo hipotecario, los bancos evalúan diversos criterios para asegurar que el solicitante podrá cumplir con las obligaciones del préstamo. Entre los requisitos más comunes se incluyen:
Para solicitar una hipoteca, es necesario presentar una serie de documentos que varían ligeramente según la entidad bancaria, pero que generalmente incluyen:
El proceso para obtener una hipoteca implica varios pasos, desde la búsqueda y elección del inmueble hasta la firma del contrato hipotecario. A continuación, se describe el proceso típico:
El primer paso es encontrar el inmueble que se desea adquirir. Es crucial evaluar diferentes opciones y considerar aspectos como la ubicación, el precio, y el estado de la propiedad.
Una vez elegido el inmueble, se debe negociar el precio con el vendedor. En muchos casos, se puede llegar a un acuerdo preliminar antes de solicitar el préstamo hipotecario.
Con el precio acordado, se inicia el proceso de solicitud del préstamo hipotecario. Esto implica presentar la documentación necesaria y completar los formularios requeridos por el banco.
El banco suele solicitar una tasación del inmueble para determinar su valor real. Esta tasación es crucial para definir el importe del préstamo y las condiciones del mismo.
Si el banco aprueba la solicitud, emite una oferta vinculante con las condiciones del préstamo. El solicitante debe revisar y aceptar estas condiciones antes de proceder.
Finalmente, se firma la escritura del préstamo hipotecario ante un notario. En este momento, se formaliza el contrato y el banco desembolsa el importe del préstamo para que se pueda completar la compra del inmueble.
Las hipotecas son una herramienta financiera esencial para la adquisición de inmuebles. Comprender los diferentes tipos de hipotecas y sus características es crucial para tomar decisiones informadas y asegurar las mejores condiciones posibles. Además de los aspectos financieros, es importante considerar todos los gastos e impuestos asociados a la compra de una vivienda. Con una planificación adecuada y una evaluación cuidadosa de las opciones disponibles, es posible obtener una hipoteca que se ajuste a las necesidades y capacidades financieras del solicitante.
Entra en nuestro simulador de hipotecas y calcula la cuota mensual, los intereses, impuestos y todos los gastos relacionados con tu hipoteca.
Simula tu hipoteca