Las empresas de inversión ofrecen servicios como gestión de activos y acceso a mercados. Existen bancos de inversión, firmas de gestión, fondos mutuos, capital riesgo y plataformas online que ofrecen infinidad de productos como fondos de inversión, bolsa, inversiones inmobiliarias, criptomonedas u otros. Elegir la adecuada depende de factores como costos, rendimiento, enfoque, soporte y conocimientos previos.
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Invertir es depositar dinero en un bien con el fin de obtener más dinero al cabo de un tiempo. Por ejemplo, invertir 100€ hoy para que dentro de un año sean 110€. La inversión ayuda a protegerse de la inflación y a multiplicar el patrimonio, aunque también conlleva un riesgo a perder el dinero.
Las inversiones tienen cuatro componentes principales:
Tipo de bien: pueden ser desde bienes intangibles como las acciones hasta bienes tangibles como una casa, oro o petróleo. Lo habitual es invertir en muchos tipos de bienes para mitigar el riesgo.
Horizonte de inversión: se trata del tiempo durante el cual el dinero va a estar depositado en ese bien, como un objetivo, no una obligación. Existen inversiones con horizontes de inversión muy largos (de 5 años en adelante) o muy cortos (de pocos días o semanas). Mientras más amplio sea el plazo, más riesgo se puede asumir.
Nivel de riesgo: es la probabilidad de perder dinero o que la inversión no cumpla con las expectativas. Se suele medir en una escala del 1 al 7 con 1 siendo muy poco riesgo y 7, riesgo extremo. Cuánto riesgo puedas asumir depende de tu situación financiera y de tu tolerancia a la incertidumbre. A mayor riesgo, normalmente, también hay una mayor rentabilidad.
Rentabilidad: es la cantidad de dinero que recibes al final, menos la inversión que hiciste inicialmente. Por ejemplo, si invertiste 100€ y recibiste 110€, la rentabilidad son esos 10€ de diferencia. Depende en gran medida del horizonte de inversión y el nivel de riesgo; mientras más riesgo y mayor horizonte, más rentabilidad es posible.
Son el tipo más común de inversión. Se trata de depositar dinero en productos intangibles cuyo valor fluctúa constantemente. Estos productos son:
Son partes de una empresa que cualquier persona puede comprar. Cuando inviertes en acciones, pasas a ser dueño de una parte de la empresa. Tu participación en la empresa puede ser tan grande o tan pequeña como tu capital lo permita, pero aunque sea muy pequeña, igualmente puede darte beneficios a lo largo del tiempo. Estas inversiones se suelen hacer en empresas que cotizan en la bolsa de valores, pero también hay inversiones en empresas que no cotizan en bolsa.
Son un producto financiero que permite a las personas invertir en grupo. El cliente solo se encarga de elegir el fondo y depositar dinero en este. Después, la gestora del fondo es la que se encarga de elegir dónde invertir el dinero de todos sus clientes. En su mayoría invierten en bolsa, pero también pueden ofrecer inversiones en materias primas o divisas para diversificar su cartera de inversiones y proteger el dinero de los clientes. Los fondos se destacan por bajar la barrera de entrada para invertir: algunos pueden permitir inversiones desde 1€ y se necesita menos conocimientos para comenzar.
Son préstamos que se hacen a una institución. Cuando compras un bono, le estás prestando dinero al gobierno o a una empresa y esa institución te devolverá el dinero una vez el plazo indicado se venza. Son una de las inversiones con un riesgo muy bajo y rentabilidad conservadora.
Se puede comprar moneda extranjera como una forma de protegerse de los cambios en el mercado, especialmente si la moneda local tiene mucha volatilidad. Lo más común es invertir en monedas consideradas fuertes, como dólares, libras o euros.
Se trata de inversiones en metales preciosos -oro y plata-, suministros energéticos -gas natural, petróleo, energías renovables- o productos agrícolas -café, trigo-. Los metales preciosos suelen ser una inversión segura, pero el resto de materias primas son un tipo de inversión con una alta volatilidad debido a que se ven afectadas por condiciones climáticas y geopolíticas que pueden hacer que su valor suba o baje bruscamente. A pesar de esto, son una buena opción para complementar las inversiones en productos financieros.
Es otro tipo muy común de inversión. Se trata de comprar una propiedad, ya sea una vivienda, un parking, un local o un edificio comercial. Alquilar estos inmuebles permite obtener ingresos recurrentes y, si la propiedad sube de valor, eventualmente se puede vender por más dinero. Son una de las inversiones menos arriesgadas, ya que rara vez pierden valor, pero se requiere un capital considerable para empezar a invertir.
Es una inversión en la que se compran objetos únicos o raros que tienen un valor muy superior al que se esperaría de ellos precisamente por ser tan poco comunes. El tipo más común es invertir en obras de arte, pero también se puede invertir en monedas, sellos postales e incluso vino. Este tipo de inversión es menos común que los anteriores.
Existen distintos tipos de empresas que permiten invertir, cada una centrada en un tipo de inversión específico. El tipo de empresa más popular probablemente sean las gestoras de fondos de inversión, ya que existen fondos para casi cualquier inversión que quieras realizar. Esto se debe a que las gestoras asumen la mayor parte de la toma de decisión y hacen que invertir sea más accesible.
Los tipos de empresas de inversión son:
Se trata de un tipo especial de banco que permite la compra y venta de acciones en bolsa, aunque también pueden asistir con la compra y venta de bonos u otros productos similares. Cuando se invierte a través de un banco de inversión, el cliente elige las empresas en las que va a invertir y realiza transacciones por cada una.
Dentro de la banca de inversión existe la banca privada, que, a diferencia de la banca mayorista da un servicio muy personalizado al inversor. Por lo general la banca privada sólo está disponible para clientes con un patrimonio superior a 300.000€.
Son entidades financieras que manejan fondos de inversión. Es común que una sola gestora tenga múltiples fondos de inversión de características diversas para dar servicio a una mayor variedad de clientes. Los bancos suelen tener una empresa hermana que se encarga de gestionar inversiones para los clientes del banco, usualmente en fondos de inversión. Sin embargo, también hay empresas no afiliadas a bancos que gestionan fondos de inversión.
Son instituciones que asisten al momento de hacer inversiones inmobiliarias. Estas empresas buscan y analizan oportunidades de inversión en el mercado de bienes raíces y compran las propiedades en nombre del cliente. También es posible que inviertan en fondos inmobiliarios.
Estos se tratan de inversiones en empresas que no cotizan en bolsa. Se puede invertir individualmente, pero lo más común es hacerlo a través de un fondo de inversión especializado en la materia.
El Capital de Riesgo es, como su nombre indica, una inversión riesgosa que apoya a startups, empresas nuevas con un producto innovador. Debido a que la empresa todavía no ha probado que su producto va a ser aceptado por el mercado, la posibilidad de bancarrota es muy alta. Private Equity es una inversión menos arriesgada, donde se invierte en empresas ya establecidas con la intención de hacerlas crecer.
En ambos casos, la barrera de entrada es más alta porque necesitas más dinero, conocimiento y tolerancia al riesgo para poder comenzar.
La inversión puede ser una buen alternativa al ahorro a largo plazo, pero como invertir conlleva un riesgo importante, hay ciertas cosas a tener en cuenta antes de intentarlo:
Solo invierte el dinero que sobre tras hacerte cargo de tus gastos y responsabilidades. Así, si la inversión se llega a perder, no quedarás en una posición complicada o vulnerable.
No toques el dinero una vez lo inviertas. Si inviertes en un fondo a 5 años y al cabo de un año decides que prefieres gastarte ese dinero en un viaje, estarás perdiendo dinero en comisiones. También renuncias al potencial de crecimiento de los 4 años restantes. Por eso es importante que hagas como si ese dinero no existiera hasta que el horizonte de inversión se cumpla. Este es otro motivo para solo invertir dinero que te sobre.
No caigas en la tentación de especular. El trading promete rentabilidad a corto plazo, pero suele tratarse de una estafa y podría ponerte en una posición muy difícil.
Infórmate antes de invertir. Investiga y trata de aprender todo lo que puedas sobre cómo funcionan las inversiones. Vas a aprender mejor en el proceso de invertir, pero es recomendable que comiences con cierto entendimiento de la teoría.
Busca asesoría especializada. Un profesional en inversiones es la mejor persona para guiarte y darte información confiable y adecuada a tus necesidades. Si todavía no puedes permitirte pagar por asesoría, entonces solo acepta información de fuentes financieras verificadas.