Los préstamos personales proporcionan acceso inmediato a fondos con tasas de interés fijas y períodos de devolución establecidos, permitiéndote obtener dinero para una variedad de propósitos sin requerir garantías específicas. Es crucial comparar las diferentes opciones disponibles y seleccionar con criterio la mejor opción para ti.
Saber qué es un crédito es esencial para evitar caer en trampas y consumir de forma responsable y consciente. Lo primero que debemos saber de un préstamo es que estamos ante un producto financiero, específicamente el producto financiero más común junto a las tarjetas de crédito. Para explicarlo de manera sencilla, un crédito es una cantidad de capital que un prestamista presta a un deudor durante un tiempo y con unos intereses pactados por ambas partes en un contrato. A este respecto, el crédito acaba siendo una obligación de pago que el deudor contrae con el prestamista.
Si estás buscando un préstamo te recomendamos que antes de ponerte a comparar los diferentes productos que te ofrecerán los bancos, entiendas a la perfección algunos conceptos básicos y características de este tipo de producto financiero:
Aunque dos préstamos tengan un mismo TIN, es posible que el TAE sea diferente, ya que uno puede tener unas comisiones bajas y el otro no. Por esto la legislación española obliga legalmente a que los bancos y entidades financieras mencionen el TAE en sus campañas publicitarias.
No existen unos requisitos fijos u "oficiales" para que un banco u otro tipo de prestamista conceda un crédito, pero sí te podemos ayudar con unas pautas que suelen utilizar para decidir si conceden el préstamo (junto a la legalidad vigente de España en materia financiera). Para ello lo primero que debemos entender es que para el banco conceder un préstamo es una inversión: Es decir, el banco cede un capital a alguien esperando un retorno (intereses) y asumiendo un riesgo (impagos, moratorias, etc.). El banco, como es lógico quiere minimizar ese riesgo y aumentar el retorno dentro de lo posible. Para ello suele analizar el perfil de la persona que pide el crédito y su historial financiero y crediticio, usando algunos de estos items:
La entidad financiera con la que solicitaste el préstamo pone a tu disposición los métodos de pago que acepta. Puedes revisar esta información en su página web o contactarlos a través de servicio al cliente.
La cantidad de dinero que puedes pedir varía dependiendo del tipo de préstamo y de tu historial financiero. Por ejemplo, un microcrédito suele tener un máximo de 2.000€, mientras que un préstamo personal puede llegar hasta los 30.000€ o 60.000€ dependiendo de la entidad. Además, el prestamista aprobará o no una cantidad dependiendo de información como, por ejemplo:
Tu tipo de empleo
Tu salario
Si vives alquilado o eres propietario
Cuantas personas viven contigo
Si estás en ASNEF
En general, mientras más estable sea tu empleo y tu salario, mayor será el monto que estén dispuestos a prestarte.
El plazo máximo depende del importe del préstamo y de las condiciones de la entidad prestamista. Algunos préstamos se deben devolver en 7 días y otros, en 7 años. En general, mientras más pequeño sea el importe, menos tiempo habrá para pagarlo. Además, varias de las entidades financieras te permiten elegir el plazo que quieres cuando solicitas el préstamo.
La documentación puede variar entre una entidad y otra, pero generalmente suelen pedir lo siguiente:
DNI/NIE vigente
Justificación de ingresos (nómina, estado de cuenta o declaración de la renta)
Vida Laboral
Algunas entidades solo te piden fotos de ti y de tu documento de identidad, y verifican tus ingresos directamente con el banco donde recibes tu nómina.
Cuando pides un microcrédito, por lo general tu situación laboral es irrelevante o con poca importancia. En cambio para préstamos, en la mayoría de casos los bancos piden que estés percibiendo ingresos regulares, ya que es la única forma de que la entidad pueda estar segura de que vas a devolver el dinero. Los ingresos pueden ser por un trabajo estable, pero también pueden ser por pensión, paro, alquiler de propiedades, etc.
Sí, hay entidades financieras que otorgan préstamos a personas inscritas en ASNEF u otras listas similares. Sin embargo, los intereses de estos préstamos suelen ser más elevados de lo normal.
Si no pagas una cuota a tiempo, es posible que el prestamista te cobre intereses adicionales por retraso y tengas que pagar un importe más elevado. Para evitar esto, es importante que contactes con la entidad y les avises que no vas a poder pagar. Así, podrás negociar una solución con ellos, como extender el plazo del pago, para evitar esos intereses moratorios.
Cuando no aprueban un préstamo, suele ser porque la entidad financiera considera que es demasiado riesgoso prestarte. Las causas más comunes son no tener ingresos estables, solicitar un importe más alto del que puedes devolver, o estar inscrito en ASNEF.
El interés es un porcentaje determinado de un importe. Cuando solicitas un préstamo, la entidad financiera fija una tasa de interés anual que tendrás que pagar adicional al importe del préstamo. Por ejemplo, si tienes un 20% de interés en un préstamo de 1.000€, en total deberás pagar 1.200€.
El tipo de interés varía dependiendo del importe solicitado, el plazo para pagarlo y tu historial crediticio. En general, los préstamos por importes pequeños suelen tener intereses más altos y las personas con mal historial crediticio también suelen obtener préstamos con intereses más elevados.