Por definición, un seguro es un contrato entre un cliente (persona o empresa) y una empresa aseguradora. El cliente paga un importe periódico a la aseguradora por una contingencia o la asunción de un riesgo.
Es decir, no se paga un importe por un producto o un servicio, sino que se hace un pago periódico (similar al de una suscripción) en caso de una una eventualidad, de la cual se haría cargo la aseguradora.
Por ejemplo, en un seguro de vehículo la aseguradora sólo dará servicio al cliente si le ocurre algo al vehículo (robo, acciddente, avería, etc.).
Hay muchos tipos de seguros con cláusulas muy variadas, pero podemos clasificar los seguros en tres categorías principales:
Son aquellos seguros en los que el asegurado es un individuo y cubren los riesgos que la integridad física, vida o estado de salud de este individuo.
Son aquellos que cubren los riesgos que puedan tener las propiedades del asegurado.
La documentación requerida depende del tipo de seguro que vayas a contratar. En general todos te pueden pedir el DNI/NIE y el certificado de empadronamiento. Adicionalmente, si el seguro es de coche, te podrían pedir el permiso de conducir y documentos relacionados con el coche. Por otro lado, si es un seguro para estudiantes, te pueden pedir la matrícula a la universidad.
El periodo de carencia es un tiempo determinado que debes esperar después de haber contratado el seguro para poder disfrutar de algunos de sus beneficios. Por ejemplo, podrías tener que esperar 3 meses antes de poder acceder a consultas con un dentista.
Cuando el seguro no tiene carencias significa que puedes acceder a todos los servicios incluidos inmediatamente después de contratarlo.
El copago significa que el seguro paga parte del servicio y tu pagas otra. Por ejemplo, si quieres ir a consulta con un doctor, tendrás que pagar una pequeña parte del coste del servicio y el seguro se encargará de cubrir el resto. Este pequeño importe que pagas es adicional a la prima que pagaste por contratar el seguro.
Cuando los seguros no tienen copagos, significa que el seguro se hace cargo de la totalidad del pago y tú solo debes pagar la prima.
Sí, para poder circular en el territorio español es obligatorio tener un seguro de coche vigente. Como mínimo el seguro debe cubrir a terceros en caso de accidentes e incluir la cobertura de Responsabilidad Civil. Adicionalmente, puedes contratar seguros que también cubran al conductor y al coche.
Generalmente no es obligatorio tener un seguro de hogar, salvo por dos excepciones. Si tu casa o piso tiene una hipoteca, entonces sí necesitarás un seguro de hogar. También hay contratos de alquiler que exigen tener un seguro de hogar vigente.