La electricidad en un recurso indispensable para todos los aparatos electricos que utilizamos. Por ello, la factura de la luz es un gasto recurrente que conviene tener en cuenta si estás buscando ahorrar dinero. Una opción para reducir la tarifa eléctrica es ver las mejores opciones disponibles en el mercado, como las siguientes:
La tarifa eléctrica es el precio que se debe pagar por la electricidad que se haya consumido. El precio final de la tarifa eléctrica está compuesto por 4 partes: potencia, consumo, alquiler del contador e impuestos. El coste de cada parte depende de la empresa y el mercado.
Este mercado tiene una tarifa llamada Precio Voluntario para el Consumidor (PVPC). El PVPC es el precio mínimo y máximo que fija el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y es común en toda España. El precio de la luz varía cada hora en función de la oferta y la demanda de energía. Solo un número limitado de empresas pueden operar en este mercado, como es el caso de aquellas pertenecientes a Endesa, Iberdrola y Naturgi.
En este mercado cada comercializadora puede fijar el precio que crea conveniente. Pueden optar por tener tarifas fijas, planas o con discriminación horaria. El número de empresas que pueden operar en este mercado es mayor que en el mercado regulado.
Elegir entre uno y otro depende de tu consumo. En el mercado regulado hay horas “punta” donde el costo es más alto y horas “valle” donde suele ser menor. Por ejemplo, las noches, los fines de semana y festivos suelen ser horas “valle”, por lo que si consumes sobre todo en esas horas, el mercado regulado podría ser una buena opción. Por otro lado, si tu consumo se concentra más en las horas “punta”, durante el día en la semana laboral, tal vez te convendría una empresa con tarifas fijas.
La potencia es la "fuerza" de la energía que llega a casa. La potencia que necesitas contratar depende de factores como cuantos electrodomésticos utilizas al mismo tiempo, cuántas personas viven en el piso y el tamaño del mismo. El precio de la potencia es fijo, pagarás la misma cantidad todos los meses.
Es importante calcular bien qué potencia necesitas, para evitar interrupciones en el servicio o pagar más de lo necesario. Por ejemplo, si contratas 3,45kW de potencia pero utilizas varios electrodomésticos a la vez y llegas a consumir 4kW, ocurrirá lo que se conoce como “saltar los plomos” y el servicio se interrumpirá brevemente. Por otro lado, si tienes contratados 5,75kW y solo consumes 3kW, estarás pagando más de lo necesario.
Esta es la cantidad consumida cada mes y se calcula multiplicando los kilovatios consumidos por el precio de kW/h. La cantidad a pagar cada mes varía dependiendo de cuanto consumas y el mercado en el que te encuentres. Si se trata de un mercado regulado, el consumo se multiplicará por un precio distinto dependiendo de si se hizo en horas “punta”, “llanas” o “valle”. Si tienes una tarifa fija, entonces todo el consumo se multiplica por el mismo precio.
Es una tarifa fija que se paga todos los meses por el equipo que mide el consumo. El precio exacto depende de la empresa, pero suele oscilar entre los 0,81€ y 1,36€ al mes.
Se deben pagar 2: impuesto sobre la electricidad e IVA.
El Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE) se aplica para concienciar a las personas sobre el consumo responsable y el cuidado de los recursos naturales. Este impuesto se aplica sobre la suma de la potencia y el consumo. El porcentaje del mismo varía de acuerdo a las leyes vigentes, pero suele estar alrededor del 5,113%.
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto indirecto que se aplica al consumo de todos los bienes y servicios. Se aplica sobre la suma final de la potencia, el consumo, el alquiler del contador y el impuesto sobre la electricidad. El porcentaje también varía de acuerdo al precio de la luz y las leyes vigentes. Lo común es que sea de 21%, pero en ocasiones el gobierno lo puede reducir a 10% si el precio de la energía es muy elevado.
Hay dos recomendaciones para esto: contratar la potencia adecuada y reducir tu consumo.
Para saber qué potencia necesitas puedes fijarte en facturas de la luz anteriores, si las tienes. Las facturas suelen indicar la potencia máxima que has consumido en los últimos 12 meses, así que puedes guiarte de esta información a la hora de hacer ajustes en la potencia contratada.
Otra opción es utilizar calculadoras de potencia en línea, las cuales pueden estimar la potencia que necesitas con base en datos que le proporciones sobre tu consumo y tu hogar.
Para reducir tu consumo puedes adoptar estrategias como:
Apagar las luces cuando no las utilices
Cambiar a bombillas LED, las cuales consumen hasta 80% menos y duran más tiempo
Mantener la nevera en 5ºC y no introducir en ella platos calientes para evitar consumir más mientras se enfrían.
Reducir la temperatura a la que lavas la ropa y esperar a tener una carga completa antes de iniciar un ciclo.
Evitar usar la secadora y dejar tu ropa secar al natural
Utilizar el lavavajillas sólo cuando esté lleno
Utilizar el microondas solo para calentar comida, no para descongelarla.
Elegir electrodomésticos con un consumo más eficiente, cuando llegue el momento de reemplazarlos.