El gas natural es un recurso energético no renovable que tiene una variedad de aplicaciones en uso doméstico. Se usa en medios de cocina como alternativa a la electricidad, como generador de agua caliente sanitaria y para la calefacción y equipos de climatización por radiación.
El gas natural es una mezcla de gases entre los que se encuentra en mayor proporción el metano -entre un 75% y un 95% del volumen total de la mezcla-. El resto de los componentes que se encuentran en la mezcla son etano, propano, butano, nitrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, helio y argón.
El desarrollo del empleo del gas natural se ha realizado con posterioridad al uso del petróleo. El gas natural, que aparecía en casi todos los yacimientos petrolíferos, se quemaba como si se tratase de un residuo más. A pesar de su enorme poder calorífico, no se podía aprovechar por los grandes problemas que planteaban su almacenamiento y transporte.
El ser necesario tener que encontrar nuevas fuentes energéticas, la puesta a punto de las técnicas de licuefacción de gas y los procedimientos de soldadura de tuberías para resistir grandes presiones han hecho que sea posible utilizar este recurso energético. Hoy en día, Europa es abastecida por una gran red de gasoductos que recorren miles de kilómetros.
El consumo de gas natural ha aumentado durante los últimos años, en línea con una mayor apuesta por la sostenibilidad.
El gas natural tiene una gran variedad de aplicaciones. Por un lado, tenemos los usos domésticos:
Existen tres formas más para usar el gas natural, que nos pueden resultar de interés:
Destaca por la ausencia de toxicidad y «su menor densidad respecto al aire», según el Ministerio para la Transición Ecológica. De esta forma, constituye una opción más segura para las personas y el medioambiente. No obstante, conllevan otras ventajas que lo posicionan como una opción ideal:
Aunque también es necesario comentar hay algunas desventajas que cabe señalar:
Se debe realizar una comparación respecto a las otras dos fuentes de energía primaria más utilizadas, que son el petróleo y las renovables (mayoritariamente, la biomasa):
Por su extensión a día de hoy, también conviene hacer el contraste respecto a la energía solar. Esta es menos económica que el gas natural, ya que necesita una cierta inversión inicial que suele ser más costosa. No obstante, es más respetuosa, más verde con el medioambiente, dado que las placas solares no emiten gases contaminantes.
Esta tarifa está destinada a aquellos consumidores que tengan un consumo anual de gas inferior a 50.000kWh. La TUR se revisa trimestralmente y tiene un precio fijo para el término de consumo y un término fijo para el alquiler del contador. Solo hay cuatro comercializadoras que ofrecen la TUR del gas:
Si tienes contrato con una empresa en el mercado libre, las condiciones son las que se hayan pactado en el contrato. Entre otras cosas, los precios se revisarán con la periodicidad que se haya indicado en el contrato. Cada vez son más las comercializadoras que en sus contratos ya prevén que puedan cambiar las condiciones en cualquier momento con el preaviso legal de un mes. Por esto es que debes prestar atención a las comunicaciones por carta, email o en la misma factura en las que te pueden comunicar ese cambio de condiciones.