La Tarjeta de Débito es el tipo de tarjeta más común en España y la más sencilla. Se trata simplemente de una tarjeta vinculada a tu cuenta bancaria, que te permite utilizar el dinero de esta cuenta para realizar las compras que necesites o quieras y retirar efectivo. En otras palabras, con este tipo de tarjeta, el dinero que se usa es el que se toma a débito del que el titular tiene en su cuenta bancaria y no a través de un préstamo bancario, como ocurre en el caso de las tarjetas de crédito.
Por lo tanto, si no tienes los fondos suficientes en tu cuenta bancaria para pagar un producto o servicio, no podrás comprarlo. Además, por motivos de seguridad (hurto, suplantación de identidad, etc.), estas tarjetas suelen tener un límite diario. Con una tarjeta de débito, el dinero se deduce automáticamente de tu cuenta corriente, lo que te permite tener más control sobre tus gastos mensuales.
Debido a que no hay ningún tipo de préstamo asociado con la tarjeta, las comisiones de emisión y mantenimiento suelen ser muy bajas. En la mayoría de los casos, las tarjetas de débito no cobran una comisión de ningún tipo si la cuenta asociada a la tarjeta es una cuenta nómina nómina u otro tipo de cuenta con ventajas.