Las reparadoras de deuda han llegado para quedarse

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México es un país de deudores, así lo confirman los datos. Según un estudio de La Jornada, casi 8 de cada 10 mexicanos tiene algún tipo de deuda con entidades bancarias, prestamistas o tiendas departamentales.  Y si analizamos las cuantías de las deudas, el resultado es aún más alarmante: En promedio, cada deudor debe $135.000, que, teniendo en cuenta que el salario promedio mexicano anual es de unos $75.000, estamos hablando de que cada mexicano endeudado debe casi dos años de su salario.

Teniendo en cuenta estos datos, llama la atención que mientras el endeudamiento promedio de los mexicanos aumenta cada año, la tasa de morosidad haya bajado en los últimos años. Esto se debe a que pedir péstamos para pagar deudas se ha convertido en una actividad cotidiana en México. Es decir, que las personas endeudadas ya no sólo piden préstamos para pagar imprevistos o compras, sino que piden préstamos exclusivamente para pagar sus deudas.

Reparadoras de deuda

Ante esta situación de bucle de endeudamiento, hace unos años que han proliferado las reparadoras de deuda. Pero, ¿Qué son las reparadoras de deuda?

Una reparadora de deuda es una empresa que actúa como intermediaria entre empresas financieras (bancos, prestamistas, tiendas departamentales...) y una persona endeudada con la finalidad de conseguir que esa persona pueda hacer frente a sus deudas sin tener que seguir recurriendo al sobreendeudamiento. Su función básica es negociar con financieras para renegociar la tasa de interés de los préstamos de la persona de acuerdo con su capacidad real de pago a cambio de una comisión. La persona endeudada, entonces, tendrá la oportunidad de seguir pagando sus deudas exclusivamente con su salario sin recurrir a más préstamos.